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Política Exterior de Chile

Principios de la Política Exterior Chilena

Los principios de nuestra política exterior son los lineamientos fundamentales que sustentan y dan coherencia a las decisiones que adopta Chile en materia de relaciones exteriores. Son las orientaciones de mayor jerarquía que guían nuestra política exterior

1. Respeto al derecho internacional

Dentro de las diversas normas fundamentales que definen y estructuran el orden jurídico internacional, y promueven las relaciones pacíficas entre los Estados, Chile asigna especial importancia a las siguientes:

*Vigencia y respeto de los tratados: La estabilidad internacional y la coexistencia pacífica de los Estados constituyen condiciones indispensables para el desarrollo de las naciones. El respeto a los compromisos adquiridos es, en este sentido, un principio fundamental de nuestra sociedad. Es por ello que en el ámbito internacional, Chile atribuye valor fundamental a los tratados como fuente necesaria para promover relaciones internacionales pacíficas, la seguridad jurídica y la cooperación entre Estados mediante reglas claras y estables.

*Solución pacífica de las controversias: A través de este principio reiteramos nuestro apego a la prohibición de la amenaza o del uso de la fuerza en las relaciones internacionales que sea contrario a los principios establecidos en la Carta de Naciones Unidas, así como nuestro convencimiento de que la diplomacia y el derecho constituyen los únicos medios legítimos para la solución de las controversias internacionales. Chile, como miembro fundador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), asigna un valor fundamental a la estricta aplicación de sus principios, apoyando todas las iniciativas tendientes a alcanzar soluciones pacíficas en materia de conflictos internacionales.

*Independencia y respeto a la soberanía: Chile otorga particular importancia al principio de igualdad soberana de los Estados como norma esencial para el respeto y la coexistencia pacífica de la sociedad internacional. Por ello, nuestro país es contrario a la intervención de una o más naciones en los asuntos internos de otra y cree que sólo el derecho internacional puede establecer exigencias y limitaciones sobre ellos. La autodeterminación política y económica de los Estados y la integridad territorial son valores fundamentales en tal sentido. Reconociendo al mismo tiempo la evolución del derecho internacional en temas como los derechos humanos, compartimos la idea de que las acciones humanitarias para casos calificados, autorizadas en el marco multilateral de las Naciones Unidas, pueden emplearse ante situaciones graves y de peligro para la población.

*Integridad territorial: La preservación de la integridad de su territorio y a su independencia política es fundamental para Chile y es asegurado a través de la diplomacia y de las herramientas que ofrece el derecho internacional. La característica del territorio chileno, que incluye los espacios marítimos, los aéreos y el Territorio Chileno Antártico, conlleva importantes exigencias y responsabilidades para nuestro país.

2. Promoción de la democracia y el respeto a los derechos humanos

La democracia es el sistema político que constituye el marco apropiado para el pleno respeto de los derechos esenciales de todo ser humano. Los valores de la tolerancia, diálogo, igualdad de oportunidades, inclusión y cohesión sociales, así como el ejercicio pleno de las libertades fundamentales, se encuentran mejor garantizados en un contexto donde impere el Estado de derecho y donde las instituciones públicas actúen efectivamente.
Chile aprecia que los derechos de las personas, en cuanto atributo inalienable de todo ser humano, sean observados en toda circunstancia, tiempo y lugar. De allí nuestra adhesión a los instrumentos y mecanismos internacionales de protección a los derechos humanos, los cuales deben ser complementarios a los sistemas nacionales y ejercerse cuando los recursos locales no existan o, existiendo, no sean eficaces.

3Responsabilidad de cooperar

Los actores estatales y no estatales interactúan en la vida internacional con una intensidad hasta ahora desconocida. Este cuadro genera importantes oportunidades de cooperación entre los Estados y de éstos con otros sujetos internacionales para encarar mancomunadamente y con herramientas cada vez más eficaces los nuevos desafíos y amenazas internacionales. Así, el cambio climático, las epidemias, la seguridad alimentaria, la degradación del medio ambiente, los conflictos étnicos, las crisis humanitarias, el crimen organizado transnacional, la trata de personas, entre otras, exigen una acción conjunta.

Una aproximación cooperativa con una mirada amplia resulta fundamental a la hora de abordar los riesgos de alcance global. Por ello, Chile tiene el firme compromiso de cooperar, a través de sus recursos técnicos y humanos, en todos los foros multilaterales, universales, regionales, subregionales y bilaterales, para contribuir a la solución de estos problemas.

Prioridades de la Política Exterior Chilena

La política exterior de Chile, fijada por el Presidente de la República, nace de la combinación entre los principios de nuestro actuar internacional y los intereses de Chile en el mundo. Estos elementos dan forma a políticas, lineamientos y acciones concretas, cuya implementación recae en el Ministerio de Relaciones Exteriores.

El ordenamiento de las prioridades en materia de política exterior se basa en apreciaciones sobre el entorno internacional y sus posibles desarrollos, y se fundamenta en los estudios y análisis existentes. Con el fin de facilitar la coherencia que deben tener las decisiones de política exterior, resulta conveniente contar con una guía que permita trazar líneas de acción y fijar objetivos específicos que reflejen las prioridades de Chile en el mediano plazo.

A continuación, se identifican los elementos que el Ministerio de Relaciones Exteriores considera fundamentales dentro del diseño de su política exterior.

Chile y el mundo

Países vecinos

La prioridad de Chile en materia de política exterior se basa en el fortalecimiento de la relación con los países vecinos y la región. Es a partir de ésta que Chile proyecta su identidad y enfrenta los temas de la agenda internacional. El desarrollo nacional está vinculado a la mantención de las mejores relaciones políticas, comerciales y de cooperación con los países de la región.

Chile mantiene un activo y permanente diálogo en todas las áreas más relevantes de la relación y que se extiende a los más diversos ámbitos, los que incluyen sectores tales como energía, comercio, defensa y seguridad, educación, cultura, tecnología y migraciones. Dentro de este contexto, la integración física es una pieza fundamental del proyecto de vinculación activa con nuestros vecinos.

Argentina

Chile y Argentina se encuentran en un proceso de creciente profundización y fortalecimiento de su relación bilateral, cuyos vínculos se extienden a todos los sectores del quehacer público y privado.

A partir del Tratado de Maipú (vigente desde enero de 2010), se han generado múltiples mecanismos de diálogo político, entre los que destacan la Reunión Binacional de Ministros, en la que se pasa revista a todos los temas de la amplia agenda bilateral. Este encuentro se complementa con diversos mecanismos que se reúnen periódicamente para tratar materias sectoriales de interés común, tales como facilitación fronteriza, integración física, seguridad, energía, medio ambiente y cooperación.

La solidez de la relación bilateral permitió la suscripción de un Acuerdo de Liberalización Comercial, en noviembre de 2017, a fin de impulsar y hacer más expedito el comercio, otorgar mayor certeza jurídica e incorporar nuevas materias, entre las que se cuentan: el comercio digital, las medidas no arancelarias, contratación pública y estándares medioambientales.

Argentina, además de ser uno de los principales socios comerciales de Chile, es también un importante destino para la inversión externa directa.

Bolivia

La relación bilateral con Bolivia en los últimos años atravesó una etapa compleja debido a su decisión de judicializar y multilateralizar los vínculos, desechando los instrumentos diplomáticos bilaterales. Este enfoque se inició el año 2011, con el anuncio del Presidente Evo Morales de demandar a Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con el fin de reclamar un acceso soberano al mar, cuestión que se concretó en abril de 2014 con la presentación de la respectiva Memoria ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya. Luego de cuatro años, en octubre de 2018, la CIJ, en forma categórica, estableció que Chile nunca ha incumplido sus compromisos con ese país y no ha tenido, ni tampoco tiene, una obligación de negociar un acceso soberano al mar.

Debido a su vocación de entendimiento e integración binacional y regional, Chile ha procurado seguir trabajando una agenda positiva con Bolivia, que incluye temas de cooperación, educación y cultura, así como el reinicio del trabajo de los mecanismos técnicos bilaterales, entre ellos, la Comisión Mixta sobre Drogas y Temas Conexos, las reuniones de Aduana y las del Comité de Frontera e Integración.

Perú

Después del fallo de la Corte internacional de Justicia (CIJ), el 27 de enero del 2014, las relaciones de Chile y Perú iniciaron una etapa de profundización progresiva, especialmente a partir del 2016, que se ha manifestado a través de una activa y variada agenda conjunta. Entre dichas actividades se destacan: Visitas Presidenciales; I Gabinete Binacional Chile-Perú (de julio de 2017); la V Reunión del Comité Permanente de Consulta y Coordinación Política (2+2) de junio de 2017; reuniones del Comité de Integración y Desarrollo Fronterizo (CIDF) de agosto de 2017 (Tacna), las reuniones de Medio Término del CIDF, de mayo de 2018 (Arica) y de mayo de 2019 (Tacna); y finalmente, la puesta en marcha del Complejo de Control Integrado de Fronteras Chacalluta–Santa Rosa, lo que marcó un hito respecto a la materialización de la integración fronteriza entre ambos países (16 de agosto de 2017).

Perú es el tercer socio comercial de Chile en la región (undécimo a nivel mundial) y el cuarto destino de las inversiones chilenas en el exterior.

En el ámbito de la cultura, en septiembre del 2017, Chile procedió a la devolución al Perú de 708 piezas patrimoniales peruanas requisadas por parte de Aduanas Chile. En este mismo ámbito, el 23 de noviembre de 2017, se realizó una ceremonia de firma de dos acuerdos entre ambos países en materias culturales. Recientemente, los Presidentes de Chile y Perú acordaron la creación de una Comisión Mixta Bicentenario de la Independencia del Perú, cuya primera reunión se efectuará en agosto del 2019, en Lima.

América Latina

América Latina es el área prioritaria de atención en materia de política exterior. Por ello, la pertenencia a esta región le imprime un sello distintivo. El reconocimiento de esta realidad es lo que sustenta la inserción internacional de Chile, el cual adquiere importancia estratégica debido a su potencial para estrechar y multiplicar los lazos económico-comerciales, fortalecer los vínculos políticos e impulsar el desarrollo cultural. Ello se materializa a través de programas de cooperación regional, la participación en reuniones bilaterales y multilaterales de coordinación política, económica y cultural, iniciativas de integración en áreas tales como infraestructura, energía, ciberseguridad, transporte, conectividad física y territorial, circulación de personas y seguridad fronteriza, y la participación en las instancias de coordinación política en el continente.

El mantenimiento, profundización y expansión de las relaciones bilaterales con los países de la región, así como los esfuerzos de integración, conforman las bases para el desarrollo conjunto y armónico de nuestros pueblos y para alcanzar un futuro de prosperidad compartida.

Mediante nuestros esfuerzos de integración con América Latina, aspiramos a contribuir de manera activa y comprometida a la profundización de los procesos democráticos de los países de la región y al robustecimiento de la institucionalidad política-democrática, así como al respeto de los Derechos Humanos, aportando además de manera positiva al desarrollo integral de la región, mediante iniciativas y proyectos concretos con impacto social de mutuo beneficio.

América del Norte

Estados Unidos

Chile y Estados Unidos mantienen una relación estratégica de larga data. Compartimos valores y principios, como la promoción y defensa de la democracia, los derechos humanos, el estado de derecho, la paz y seguridad, la gobernabilidad y el libre comercio. Nos interesa continuar promoviendo la cooperación bilateral en temas emergentes, como ciencia y tecnología, cambio climático, ciberseguridad, energía e innovación, conforme a los nuevos escenarios que enfrentamos.

En los últimos años hemos fortalecido los vínculos recíprocos con un nivel de madurez que se expresa tanto en la estabilidad y solidez de las relaciones, como en sus componentes cualitativos. Lo anterior da pie, y a la vez plantea nuevos desafíos, para seguir trabajando en la revitalización de la agenda bilateral sobre la base de la convergencia, conforme a las realidades y prioridades de ambos países.

Nuestro principal objetivo de política exterior con respecto a Estados Unidos es la profundización de las relaciones bilaterales mediante políticas y acciones que tengan como eje referencial una mirada común anclada en las prioridades nacionales, regionales y globales.

Con Estados Unidos seguiremos buscando áreas de convergencia en los temas de la agenda internacional tales como los derechos humanos, la democracia, la seguridad, la gobernabilidad y la apertura comercial. La evolución política, económica y social de Chile ha sido destacada en los círculos políticos y académicos independientes estadounidenses como exitosa, no sólo en América Latina, sino que también entre los países en desarrollo. Como consecuencia de ello, nuestro país continuará es percibido como una nación estable, así como un socio confiable en la región.

En los últimos años hemos observado el continuo fortalecimiento de los vínculos recíprocos con un nivel de madurez que se expresa tanto en la estabilidad y solidez de las relaciones, como en sus componentes cualitativos. Lo anterior da pie y a la vez plantea un desafío, para seguir trabajando en la revitalización de la agenda bilateral sobre la base de profundización de nuestra relación de acuerdo con la nueva realidad de ambos países. En esta estrategia agregaremos valor a la vinculación mediante la inclusión de nuevos temas y un análisis innovador de los escenarios que enfrentemos en el futuro.

Nuestro principal objetivo de política exterior con respecto a Estados Unidos es la profundización de las relaciones bilaterales mediante políticas y acciones que tengan como eje referencial nuestro compromiso con América Latina.

Europa

Existe una estrecha coincidencia de principios, valores y visiones entre Chile y la Unión Europea, sin olvidar la afinidad cultural y política que tenemos con los países miembros de esa asociación. Los grandes objetivos estratégicos de la política exterior de Chile hacia Europa son continuar fortaleciendo el diálogo político a nivel bilateral, así como consolidar nuestros vínculos sobre la base de la profundización de los intercambios económicos, comerciales y la cooperación en sus distintas formas.

Considerando la afinidad de principios y valores compartidos entre Chile y la Unión Europea, así como también entre Chile y el Reino Unido, haremos esfuerzos para fortalecer el diálogo político con esa región, con el objetivo de realizar acciones conjuntas, tanto en América Latina como en el Caribe, en ámbitos tales como la promoción de la cohesión social, el fortalecimiento de las instituciones democráticas y la estabilidad económica en la región. En el ámbito económico-comercial, estamos trabajando en diversas acciones orientadas a buscar una mayor apertura comercial, que permita maximizar la potencialidad que la relación con Europa tiene para nosotros.

Asia-Pacífico

Durante las últimas cuatro décadas Chile ha llevado a cabo un consistente e irrevocable de proceso de posicionamiento e integración con la región de Asia Pacífico, estrategia que se considera una política de Estado.

Este posicionamiento diplomático, impulsado a nivel bilateral y multilateral, se ha logrado generalmente antes de la mayoría de los países latinoamericanos, con el establecimiento de doce embajadas residentes, consulados, oficinas comerciales y activas membresías en foros relevantes. Los acuerdos comerciales de nuestro país nos vinculan con las mayores economías de la región, pero también con las economías emergentes.

Chile conduce con éxito un proceso de inserción en organismos regionales (APEC, FOCALAE, ASEAN, PIF), en cuyos marcos nuestro país persigue cumplir las prioridades de la política exterior de Chile relacionadas con nuestra estrategia de desarrollo económico con inclusión social y sustentabilidad, que promueve un mayor bienestar y progreso de las personas, sumándonos a los esfuerzos de la Comunidad Internacional para el avance de la Agenda 2030 y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (DOS).

En una acción concertada con otros países afines de la región nos esforzamos en promover materias de alta relevancia global como el cambio climático, la protección de los océanos, y el Medio Ambiente, contribuyendo eficazmente con las responsabilidades compartidas de Chile y que se asocian, además, con la promoción de la paz y la seguridad internacional.

África

Durante la última década Chile ha ido avanzando, de manera paulatina, en la ampliación y enriquecimiento de las relaciones con los países de África. Desde 2013, nuestro país ha abierto embajadas en la República de Ghana y en la República Democrática Federal de Etiopía, con lo cual suma siete misiones diplomáticas residentes en el continente africano (Argelia, Egipto, Etiopía, Ghana, Kenia, Marruecos y Sudáfrica) a partir de las cuales cubre otros países de la región. Uno de los pasos más recientes en la política de fortalecimiento de relaciones el continente ha sido el establecimiento, en septiembre de 2018, de relaciones diplomáticas con la República de Chad.

Desde 2007, Chile es Estado Observador de la Unión Africana, lo que le permite comprender mejor los desarrollos políticos y el potencial de aquel promisorio continente, además de acercarse, desde esta plataforma, a sus 55 Estados miembros.

La activación de consultas políticas ha ido generando espacios de cooperación con países africanos en materias tan diversas como desarrollo institucional y sustentable, desarrollo social, minería, manejo de recursos hídricos, agricultura, acuicultura, entre otras. Un exitoso esquema de cooperación, establecido por Chile el año 2015, ha sido el Programa de Becas República de Chile – Nelson Mandela, coordinado por AGCID, destinado a contribuir a la formación de capital humano avanzado, que ha beneficiado a estudiantes y profesionales de Sudáfrica, Angola y Mozambique y que el Gobierno de Chile espera ampliar a otros países en el corto plazo.

Medio Oriente

Chile mantiene vínculos con el Medio Oriente desde la llegada, a fines siglo XIX, de personas de aquella región, quienes, junto a sus descendientes, han contribuido al desarrollo de nuestro país.
Chile mantiene relaciones diplomáticas con 13 países del Medio Oriente y ha procurado intensificar los vínculos políticos, culturales y económicos comerciales con países de aquella región. Desde el año 2005, Chile es país observador ante la Liga de Estados Árabes, de la que son miembros 22 países del Medio Oriente y el Magreb.

Interesa a Chile aproximarse también a esquemas de integración regionales, como el Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo, algunos de cuyos miembros han mostrado un creciente interés por realizar inversiones en nuestro país.
Chile ha apoyado y seguirá apoyando resoluciones e iniciativas, que, enmarcados en el derecho internacional y la autodeterminación de los pueblos, busquen resolver a través del diálogo y de manera pacífica los conflictos que afectan a la región.
Chile tiene representaciones diplomáticas en El Líbano, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Israel, Jordania, Palestina, y Siria, desde los cuales también se ejerce concurrencia a otros países de la región.

Chile y la agenda global

Chile busca promover reglas claras, inclusivas y transparentes, privilegiando el derecho y el multilateralismo por sobre la fuerza y las respuestas unilaterales. La globalización ofrece grandes oportunidades que es preciso aprovechar, entre ellas la discusión nacional e internacional en materias tales como el género, los derechos de los pueblos indígenas, la protección del medio ambiente, el manejo de los recursos naturales, los derechos humanos, el trabajo decente, la transferencia tecnológica, la seguridad alimentaria, la lucha contra el terrorismo, el desarme, la seguridad humana, la promoción de los valores democráticos, la reducción de la pobreza, los derechos de los consumidores, son materias hoy presentes en toda la discusión nacional e internacional.

Cooperación para la seguridad global

Estamos conscientes de la existencia de amenazas que traspasan las fronteras nacionales y que para enfrentarlas con éxito en los próximos años, deberemos buscar una estrecha cooperación entre las naciones y a través de las instancias multilaterales y regionales.

Continuaremos condenando firmemente el terrorismo en todas sus formas, por ser una grave amenaza a la paz y la seguridad internacionales. Por ello, apoyamos con vigor todas aquellas acciones que apunten a su erradicación, fortaleciendo las medidas, mecanismos y órganos de cooperación multilateral que existen en el marco del sistema internacional, de conformidad con los principios de Naciones Unidas (ONU) y de la Organización de los Estados Americanos (OEA). En nuestro compromiso contra el crimen transnacional organizado, reconocemos que sólo un esfuerzo concertado en el mediano plazo puede hacer frente en forma efectiva a las actividades ilícitas, tales como la trata de personas, el tráfico ilegal de migrantes y el problema mundial de la droga.

De manera similar, la proliferación de armas nucleares representa una amenaza latente. Chile seguirá contribuyendo al diálogo permanente y al arribo de acuerdos globales orientados al desarme y a la no proliferación.

Biodiversidad y desarrollo sustentable

En mayo de 2019, la Plataforma Intergubernamental en Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES) presentó el primer “Informe de Evaluación Global de la Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos”, siendo este, a la fecha, el mayor informe publicado sobre la biodiversidad a nivel mundial.

El documento identifica al hombre y sus prácticas entre las principales causas de la pérdida de biodiversidad: la deforestación y la sobrepesca y los efectos del cambio climático. Ello se evidencia por ejemplo, en productividad agrícola, que se ha reducido en un 23% a nivel global, lo que sería en parte ocasionado por la pérdida de polinizadores.

Adicionalmente, el 75% de la superficie terrestre está significativamente alterada; el 66% de la superficie del océano está experimentando crecientes impactos acumulativos, y se ha perdido más del 85% de la superficie de los humedales.

Por otra parte, el Índice Planeta Vivo –que muestra las tendencias en poblaciones de vertebrados—da cuenta de una rápida y sostenida disminución desde 1970, reduciéndose en un 40% las especies terrestres, 84% para especies de agua dulce y 35% en especies marinas. El reporte advierte que un millón de especies animales y vegetales se encuentran en riesgo de extinción y esto podría ocurrir en las próximas décadas.

A nivel regional, América Latina y el Caribe tienen la segunda tasa más alta de deforestación del mundo; sufren del 14% de la degradación mundial de suelos, y han duplicado la extracción de agua en las últimas tres décadas. Esto amenaza la preservación de los recursos naturales que sostienen la seguridad alimentaria, especialmente si se considera que la región posee 23% de las tierras potencialmente cultivables del planeta y aporta alrededor del 10% de la producción agrícola mundial.

Chile alberga alrededor de 31.000 especies, entre plantas, animales, algas, hongos y bacterias, que se presentan en una gran diversidad de ecosistemas marinos, costeros, insulares y terrestres y están heterogéneamente distribuidos a lo largo del territorio nacional. La protección de la biodiversidad, así como la conservación, uso y el manejo de estos recursos naturales de manera sustentable, tanto en el territorio como en aguas continentales y marinas, es un pilar fundamental en la estrategia de desarrollo económico de nuestro país

Por ello, frente a esta amenaza creciente, Chile ha adoptado importantes compromisos globales que contribuyen a la protección de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. En 1994 Chile ratificó el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), comprometiéndose a la implementación de acciones para la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad. Asimismo, la “Agenda de Desarrollo Sostenible al 2030” de Naciones Unidas, adoptada en septiembre de 2015, plantea 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en la que nuestro país ha participado activamente, y que busca enfrentar los problemas sociales, económicos y ambientales en forma integral, a nivel nacional y global.

Para hacer frente a estos desafíos de naturaleza global, la acción multilateral es fundamental y la participación de nuestro país en este ámbito ha sido prioritaria, constituyendo un elemento central de su política exterior.

Cambio climático

El cambio climático es el mayor desafío de nuestro tiempo y nos encontramos en un momento decisivo. Desde pautas meteorológicas cambiantes, que amenazan la producción de alimentos, hasta el aumento del nivel del mar, que incrementa el riesgo de inundaciones catastróficas, los efectos del cambio climático son de alcance mundial y de una escala sin precedentes. Si no se toman medidas drásticas desde hoy, será más difícil y costoso adaptarse a estos efectos en el futuro.

El informe del IPCC expone que limitar el calentamiento global a 1,5°C requeriría transiciones «rápidas y de gran calado» en la tierra, la energía, la industria, los edificios, el transporte y las ciudades. Las emisiones netas mundiales de dióxido de carbono (CO2) de origen humano tendrían que reducirse en un 45% para 2030 con respecto a los niveles de 2010, y seguir disminuyendo hasta alcanzar el «cero neto» aproximadamente en 2050. Esto significa que se debería compensar cualquier emisión remanente eliminando el CO2 de la atmósfera.

Chile es un país altamente vulnerable al Cambio Climático por contar con áreas de borde costero de baja altura; con zonas áridas y semiáridas; zonas con cobertura forestal y zonas expuestas al deterioro forestal; es un país propenso a desastres naturales; presenta áreas propensas a la sequía y la desertificación; tiene zonas urbanas con problemas de contaminación atmosférica; y zonas de ecosistemas frágiles, incluidos los sistemas montañosos.

El cambio climático, sin dudas, es uno de los grandes desafíos que enfrenta la humanidad para el logro de la sostenibilidad y el bienestar de las actuales y futuras generaciones. La cooperación internacional y generación de sinergias en esta materia se hará cada vez más necesaria, en particular en la región donde persisten diferencias en términos de capacidad de respuesta y prevención. Por este motivo, hace más de dos décadas nuestro país ha estado presente en los esfuerzos globales para enfrentar esta problemática y dotar de mayor resiliencia a nuestros ciudadanos. Muestra de ello, ha sido la ratificación de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 1994, el Protocolo de Kioto en 2002, la Enmienda de Doha al Protocolo de Kioto y la adhesión al Acuerdo de París adoptado por la COP21 de cambio climático.

El cambio climático es un fenómeno global. Para abordarlo y lograr soluciones duraderas y de largo plazo es la comunidad internacional, de manera colectiva, la que debe darse reglas y acordar un plan ambicioso y justo, esfuerzo al que todos los países deben contribuir.

En este contexto Chile asume la Presidencia de la COP 25, en diciembre de 2019, basado en su compromiso con el multilateralismo, y en particular sobre la base de la convicción de que el cambio climático es una tarea colectiva que por lo tanto debe ser resuelta con la cooperación de todos.

En cuanto a la estrategia a implementar para avanzar hacia un desarrollo sustentable, apoyaremos los esfuerzos para modernizar el sector energético nacional, promoviendo la participación de las energías limpias y renovables, así como la promoción de la eficiencia en el uso de combustibles, y el aprovechamiento de las nuevas oportunidades que ofrece la electro movilidad. Además, seguiremos apoyando la integración energética regional sacando partido a las complementariedades de las matrices energéticas de los países de la región, así como los procesos de interconexión eléctrica regionales.

En este sentido, continuaremos promoviendo el comercio de emisiones como un importante mecanismo para limitar las emisiones de carbono.

Comercio internacional e inversiones

A partir de la década de los 70, Chile dio inicio a un proceso de apertura de su economía, el cual inicialmente tuvo un carácter unilateral y posteriormente fue acompañado, durante los 90, por una activa política de negociación de acuerdos comerciales. Chile ha perseverado en su política de apertura a la economía mundial, participando activamente en los bloques de integración que están definiendo las nuevas reglas del comercio internacional, como el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP); y por otra, en el marco de la Alianza del Pacífico (AP).

De igual forma, buscamos lograr una mayor apertura comercial en la región del Medio Oriente y Norte de África, conocida como MENA (por sus siglas en inglés), con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), con la Comisión Económica Euroasiática, además de ampliar nuestro acceso al inmenso mercado de la India.

Desde nuestra Subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, queremos lograr este desarrollo y apertura con marcado sello inclusivo, asegurando que los beneficios de una economía abierta, lleguen a todos los sectores de nuestra sociedad a lo largo de todo el país, en especial, a aquellos grupos que requieren de un apoyo especial, como los jóvenes, las mujeres y las Pymes.

El sistema multilateral de comercio seguirá siendo de especial relevancia para nuestro país. Como miembros fundadores del Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles (GATT) y de la consiguiente creación de la Organización Mundial de Comercio (OMC), estamos profundamente comprometidos con la defensa de dicho sistema y de sus principios rectores, como la transparencia, la no discriminación y el uso justo de un trato especial y diferenciado como instrumento para la contribución del comercio a un desarrollo sostenible. Asimismo, manifestamos nuestro compromiso con el fortalecimiento de la OMC y los desafíos actuales en cuanto a su modernización, el cumplimiento de las disposiciones presentes en sus acuerdos, el avance en la agenda de negociaciones en materia de agricultura, subsidios a la pesca y servicios, incluido las nuevas temáticas tales como e-commerce, facilitación de inversiones, pymes y género, a fin de responder a las necesidades de un mundo en constante cambio. Chile, a través de su participación en otras instancias internacionales como APEC y OCDE, y de su participación en grupos afines en la OMC, seguirá buscando consensos y posiciones comunes para la consecución de dichos objetivos y desafíos.  Continuaremos trabajando por el resguardo de un sistema multilateral con reglas claras y transparentes, que entregue previsibilidad en el ejercicio de políticas comerciales y cuente con un mecanismo fortalecido de resolución de controversias comerciales.

Migraciones

En un contexto globalizado, el fenómeno migratorio ocupa un lugar crecientemente destacado en la agenda internacional. Chile enfrenta, cada vez con mayor intensidad, la inmigración procedente de países centro y sudamericanos, con finalidad principalmente laboral, además de las consecuencias de la crisis venezolana.

Chile está definiendo su institucionalidad migratoria a través de un Proyecto de Ley de Migraciones presentado al Congreso el primer semestre de 2018. Paralelamente, el Ministerio de Relaciones Exteriores, junto al Ministerio del Interior y Seguridad Pública, están comprometidos a diseñar un proceso integrado de migraciones.

El objetivo de este nuevo marco es lograr un delicado equilibrio entre las aspiraciones de los migrantes, las esperanzas de las comunidades de acogida y la situación de los chilenos que residen en el exterior.

Es el convencimiento del Gobierno de Chile que una migración segura, ordenada, regular y responsable constituye un elemento que favorece el desarrollo nacional y la integración de Chile al mundo

FUENTE: Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile

https://minrel.gob.cl/